Las legumbres han sido durante muchos años uno de los productos naturales más empleados en la gastronomía. Gran cantidad de nuestros platos tradicionales las contienen en una u otra variedad y por múltiples razones: son muy económicas, saludables y además muy versátiles.
Sus interesantes aportes nutricionales, unidos a su más que razonable precio, hicieron de ellas el gran aliado de la denominada dieta mediterránea a lo largo de la historia. Pero hablar de historia es hablar de Garbanzo de Fuentesaúco.
El cultivo del garbanzo llegó a esta comarca de Fuentesaúco con la colonización romana. Desde ese momento este producto encontró un lugar ideal para su desarrollo. Son innumerables las referencias escritas sobre el cultivo y todas ellas ponen de manifiesto la calidad que distingue a esta legumbre. Es sin duda el garbanzo que históricamente más fama posee en el ámbito gastronómico.
En el siglo XVI los garbanzos de Fuentesaúco llegaron a gozar de protección real y se vendían en la Corte de manera habitual.En la actualidad está reconocido con la Indicación Geográfica Protegida. Esta merecida figura de calidad viene a reconocer y avalar la singularidad de este garbanzo, que hoy sigue gozando de un prestigio inigualable.
El Garbanzo de Fuentesaúco se caracteriza por un tamaño de medio a grande, con un color cremoso, su pico es curvo y pronunciado y su piel tiene una rugosidad intermedia. Tras la cocción, los garbanzos se mantienen íntegros, la piel se manifiesta blanda y suave, el albumen muy mantecoso y uniforme, siendo muy agradable el sabor que proporciona en el paladar.
El Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida “Garbanzo de Fuentesaúco”, certifica la calidad y el origen del producto y trabaja día a día para que los consumidores saboreen con plenas garantías este famosísimo producto.
Sus controles, coordinados por un moderno plan informático, abarcan todo el ciclo de producción y elaboración del garbanzo, comenzando por la semilla, pasando por las parcelas de cultivo, sus labores tradicionales, su selección, y finalizando con el empaquetado en las plantas envasadoras.
Sólo en el caso de que los garbanzos hayan superado todos los controles realizados a lo largo de su ciclo, consiguen ser envasadas bajo la marca y logotipo de “Garbanzo de Fuentesaúco”.
Los graneles en el mundo de la legumbre, siguen siendo todavía hoy una fuente de confusión para el consumidor ya que atribuyen, generalmente, falsas procedencias y propiedades a estos productos.
El Garbanzo de Fuentesaúco sólo se vende envasado y en todos sus envases llevan la contraetiqueta numerada del Consejo Regulador, que es la que entrega éste a cada envasador, cuando los garbanzos han superado todos los controles exigidos.
Por ello te invito a consumir Garbanzos de Fuentesáuco, siempre envasados y con la contraetiqueta numerada, perteneciente al Consejo Regulador. Solo así tendrás la certeza absoluta de estar disfrutando del auténtico. Un producto sano, saludable, versátil y organolépticamente perfecto, con el que elaboro todas las recetas tanto en mis programas de TV, radio o medios digitales.
Más información en: www.legumbresdecalidad.com
Comprometido con los productos de calidad de mi tierra.
Comprometido con Castilla y León.